miércoles, 5 de junio de 2013
los perros mas fieles la historia de hachiko.
Hachikō nació en una granja cerca de la ciudad de Odate, en la Prefectura de Akita1
A principios de 1924, Eisaburō Ueno, profesor del Departamento de Agricultura en la Universidad de Tokio, lo compró para regalárselo como mascota a su hija adolescente. Hachikō fue enviado dentro de una caja desde la prefectura de Akita hasta la estación de Shibuya (un viaje de dos días en un vagón de equipaje). Cuando los sirvientes del profesor lo fueron a retirar, creyeron que el perro estaba muerto.
Sin embargo, cuando llegaron a la casa, el profesor le acercó al perro un vaso con leche y este se reanimó. El profesor lo recogió en su regazo y notó que las patas delanteras estaban levemente desviadas, por lo que decidió llamarlo Hachi (‘ocho’ en japonés), por la similitud con el kanji (letra japonesa) que sirve para representar al número ocho (八).
La hija del profesor abandonó la casa paterna al quedar embarazada y casarse para irse a vivir a la casa paterna de su esposo. El profesor pensó en regalar a Hachi a otra persona, pero pronto se encariñó con el perro, que lo adoraba enérgicamente.
El perro lo acompañaba a la estación para despedirse allí todos los días cuando su dueño Ueno iba al trabajo, y al final del día volvía a la estación a recibirlo. Esta rutina, que pasó a formar parte de la vida de ambos, no fue inadvertida ni por las personas que transitaban por el lugar ni por los dueños de los comercios de los alrededores.
Muerte del profesor [editar]
Sepultura del profesor Eisaburō Ueno. A la derecha de la fotografía, un monolito recuerda a Hachikō.
Esta rutina continuó sin interrupciones hasta el 21 de mayo de 1925, cuando el profesor Ueno sufrió un paro cardiaco mientras daba sus clases en laUniversidad de Tokio, y murió. Esa tarde Hachikō corrió a la estación a esperar la llegada del tren de su amo, y no volvió esa noche a su casa. Se quedó a vivir en el mismo sitio frente a la estación durante los siguientes 9 años de su vida. Conforme transcurría el tiempo, Hachikō comenzó a llamar la atención de propios y extraños en la estación; mucha gente que solía acudir con frecuencia a la estación habían sido testigos de cómo Hachikō acompañaba cada día al profesor Ueno antes de su muerte. Fueron estas mismas personas las que cuidaron y alimentaron a Hachi durante ese largo período.2
La devoción que Hachikō sentía hacia su amo fallecido conmovió a los que lo rodeaban, quienes lo apodaron el perro fiel.
En abril de 1934, una estatua de bronce fue erigida en su honor en la estación Shibuya, y el propio Hachikō estuvo presente el día que se inauguró.
Muerte de Hachikō [editar]
El 8 de marzo de 1935, Hachikō fue encontrado muerto frente a la estación de Shibuya, tras esperar infructuosamente a su amo durante nueve años.1
Al lado de la tumba del profesor Ueno, en el Cementerio de Aoyama, Minmi-Aoyama, Minato-Ku, Tokio se construyó un monolito con su nombre.
Cuando se le hizo una autopsia (para realizar su taxidermia) en su estómago se encontraron cuatro varitas utilizadas para los yakitori (pinchos o brochetas de pollo ensartado), pero estas varitas no habían dañado la mucosa del estómago, por lo que no fueron la causa de su muerte. Las causas de la muerte de Hachiko se consideraron desconocidas, hasta que en marzo de 2011 se determinaron definitivamente: el perro había sufrido un cáncer terminal y una filariasis (infección de gusanos) en el corazón.1
El cuerpo de Hachikō fue disecado y guardado en el Museo de Ciencias Naturales del distrito de Ueno (Tokio).3
Nueve años después (1944) ―en el marco de la Segunda Guerra Mundial―, la estatua de bronce de Hachikō se tuvo que fundir para fabricar armas. Pero en agosto de 1947 ―dos años después de la finalización de la guerra―, se erigió otra estatua de bronce, que aún permanece y es un lugar de encuentro extremadamente popular, tanto que en ocasiones la aglomeración de gente dificulta el encuentro.
El 8 de marzo de cada año se conmemora a Hachikō en la plaza frente a la estación de trenes de Shibuya.1
También hay una estatua similar delante de la estación de trenes de la ciudad de Odate (en cuyas cercanías nació Hachiko).[cita requerida]
Películas [editar]
Artículo principal: Hachiko: A Dog's Story.
Restos disecados de Hachikō exhibidos en el Museo Nacional de Ciencia de Japón, en el distrito Ueno.
Hachikō fue el protagonista de la película de 1987 Hachikō Monogatari-(ハチ公物語?), dirigida por Seijiro Kojama, que cuenta la historia de su vida desde su nacimiento hasta su muerte y se imaginó como un reencuentro espiritual con su amo. Considerada un éxito de taquilla, la película fue el último gran éxito para el estudio cinematográfico japonés Shochiku Kinema Kenkyû-jo.4
En agosto de 2009 fue estrenada la remake estadounidense de esta película, titulada Hachiko: a dog's story (Siempre a tu lado, Hachiko).5Protagonizada por el actor Richard Gere, trata la historia de Hachikō y su relación con el profesor, aunque la acción se desarrolla en Estados Unidos. La película fue filmada en Rhode Island, y también participan Joan Allen y Jason Alexander.
Televisión [editar]
Hachiko cuenta con referencias en diversos programas de televisión, en el episodio de Futurama, "Jurassic Bark", Fry encuentra los restos fosilizados de su perro, Seymour (Simuerdiera, en algunas versiones) y gracias a la alta tecnología del año 3000 le da la oportunidad de clonarlo, pero Fry detiene el proceso de clonación a medio camino y se arrepiente de hacerlo al enterarse que Seymour había vivido muchos años después de que él desapareciera y pensando que por eso, Seymour, lo había olvidado. Cuando al final del episodio, se revela que Seymour había esperado en la entrada de la pizzería donde él trabajaba, el regreso de Fry durante 12 años, hasta su muerte.
De modo similar, en el anime Ghost Sweeper Mikami, un episodio trata la historia de un perro fantasma que fue abandonado por su amo en la niñez, y que espera fielmente su regreso incluso después de la muerte. El perro, llamado Kojirô, es de raza Akita al igual que Hachikô.
En el anime One Piece, en el episodio 6, aparece un perro llamado Shushú (Chou Chou en el doblaje español) el cual está esperando a su amo fallecido en la tienda de comida para animales de éste. Se cuenta en la historia que el dueño creó la tienda junto a su perro cuando éste era un cachorro, el dueño enfermó y fue al hospital, dejando a Shushú para vigilar la tienda, el dueño sin embargo falleció y Shushú se queda durante años vigilando y protegiendo la tienda esperando a su amo.
En el episodio 28 de Fortune Dogs se hace mención a "Rikiu, el perrito frente a la estación".
Videojuegos [editar]
El videojuego de Square Enix Subarashiki Kono Sekai (‘es un mundo maravilloso’), conocido en Estados Unidos como The World Ends With You, muestra la estatua de Hachikō en la estación de Shibuya.
En el videojuego roguelike Nethack, si el jugador elige el rol de samurai, el nombre preconfigurado de su perro mascota es Hachi.
En el videojuego RPG Medabots, el perro del personaje Ikki se parece mucho a la raza akita, lo cual se considera una referencia a Hachikō. Además, en la estación de tren en Medaropolis, frente a la fuente hay una estatua de un perro que contiene un pasadizo; el personaje principal menciona que se trata del «Bonaparte, el perro fiel».
En el RPG japones online Shin Megami Tensei Imagine hay una estatua de Hachikō perfectamente conservada en las ruinas de Shibuya. Incluso en determinadas fases lunares puede verse a Hachikō junto a su estatua, ladrando, acompañado de su amo.
En el RPG de origen japonés Shin Megami Tensei Persona 3, los protagonistas adoptan a un perro llamado Koromaru, que siempre vigilaba la capilla en la cual su amo fue asesinado. Koromaru no solo es de raza akita, sino que es muy fiel tanto con su amo fallecido, como con los protagonistas, por los que fue adoptado.
Casos similares [editar]
Aunque parezca un hecho aislado, hay más casos parecidos que han acaecido a lo largo del mundo y que, gracias a Internet, ahora se dan a conocer, aunque ninguno generó tanta influencia cultural en el mundo como el caso de Hachikō.
Greyfriars Bobby, un perro Skye Terrier que permaneció junto a la tumba de su dueño John Gray en el cementerio Greyfriars, Escocia, hasta su muerte en 1872, 14 años después de la de su amo.6
En Campiglia Marittima (Italia), un perro llamado Lampo (‘relámpago’, en italiano), fue fiel a Elvio Barlettani, quien trabaja en la estación de trenes de la localidad. Lo acompañaba a todas partes, e incluso abordaba los trenes para ir de un lugar a otro y regresaba, hasta que el 22 de julio de 1961 murió atropellado por un tren. Barlettani escribió un libro narrando sus experiencias. Hay una estatua en su honor en la estación de Campiglia Marittima, desde entonces es conocido como Lampo, il cane viaggiatore (‘el perro viajero’).7
En Cádiz, España se produjo el caso de Canelo que, en 1990, iba junto con su amo al Hospital Puerta del Mar para recibir su tratamiento periódico de diálisis, hasta que un día su dueño tuvo muchas complicaciones y fue internado en ese mismo hospital donde Canelo también lo esperó y el hombre falleció. Después de esto Canelo se negó a moverse y siguió esperando al dueño durante 12 años, incluso vecinos intentaron adoptarlo pero el perro regresaba a la puerta del hospital y una perrera se lo llevó pero fue tanta la insistencia de la gente que lo liberarán y regresó al lugar hasta que el 9 de diciembre de 2002 falleció al ser atropellado por un vehículo, cuyo conductor se dio a la fuga. En su honor se puso su nombre a una calle, en la cual se instaló una placa conmemorativa de bronce.8
En Uruguay está la historia de Gaucho, un perro color negro, quien recorrió más de 50 kilómetros hasta el hospital en el que estaba internado su amo y permaneció allí hasta el día en que su amo falleció; luego, el noble animal lo acompañó durante su velatorio y hasta el lugar donde recibiría sepultura. En el cementerio, Gaucho custodió aquella sepultura durante varios años, salía en las mañanas a recoger algún alimento que el pueblo le brindara, recorría calle Rivera, Plaza Artigas, La Picada y algunas veces la 18 de Julio, para volver de tarde otra vez junto a la tumba de su amo en el cementerio. Esto fue así todos los días hasta la muerte de Gaucho en 1999. Los pobladores de Durazno erigieron un monumento en honor a Gaucho, frente al cementerio en el que pasó sus últimos años.9
En Teresópolis, Estado de Río de Janeiro, Brasil, un perro cuyo nombre es Leão (que significa "León" en portugués) sigue junto a la tumba de su dueña Cristina Maria Cesario Santana, quien fue una de las más de 630 víctimas mortales de las inundaciones y aludes del 17 de enero de 2011 en el estado carioca.10
En Villa Carlos Paz, Argentina, Capitán, un perro mestizo, acude a dormir todas las noches junto a la tumba de su dueño Miguel Guzmán desde el fallecimiento de éste en 2006
LA HISTORIA DE LA TRISTE VIDA CANINA
Aunque la muerte nos separe
Todos hemos escuchado en más de una ocasión esas historias que hablan de perros que parecen tener una sensibilidad y una devoción especial hacia sus dueños, un sentimiento de fidelidad que les lleva a permanecer, en algunos casos, junto a la puerta de un hospital por la que su amo desapareció una vez hace ya muchos años. O sobre una tumba, cuidando y velando el descanso eterno de su dueño hasta el último día de su vida.
Otras historias nos cuentan el increíble sentido de la orientación de los canes, que son capaces de volver a su hogar desde distancias que a veces se cuentan por miles de kilómetros, en viajes épicos que les costarán recorrer incluso algunos años. También se ha hablado mucho del supuesto sexto de precognición que parecen tener los perros, ese sentido que les posibilita adelantarse o intuir la inminente llegada de sus dueños, una tormenta e incluso un movimiento sísmico.
A continuación os mostramos algunas de estas peculiares historias y una pequeña muestra sobre los estudios que se han realizado en los últimos tiempos sobre este sexto sentido que hemos mencionado.
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Bobby
Edimburgo
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Bobby era el terrier de un policía de la ciudad de Edimburgo llamado John Gray. Ambos estaban siempre juntos y ya era famosa en la zona la cantidad de trucos que Bobby sabía realizar. Desafortunadamente, un 15 de Febrero de 1858, Gray muere de una tuberculosis repentina. Durante el funeral Bobby permanecería siempre presente, y seguiría al cortejo hasta el cementerio de Greyfriars Kirkyard. Lugar donde descansarían los restos de John y donde además, en un acto de fidelidad extrema, Bobby pasaría el resto de los 14 años que le quedaban de vida montando guardia sobre la tumba de su fallecido amo. En un principio todos pensaban que Bobby permanecería solamente unos días sobre la tumba y que luego el hambre o el aburrimiento lo alejarían. No obstante, comenzarían a pasar los años e incluso los crudos inviernos de Escocia y Bobby permanecería fiel en su guardia. Solo se retiraba de vez en cuando para beber y conseguir comida, o cuando la nieve le impedía permanecer en el lugar. Con los años Bobby se fue transformando en una leyenda local y personas que admiraban su fidelidad comenzaron a alimentarlo y a suministrarle un refugio en el invierno. A tal punto creció esta fama que en 1867 el mismo Lord Provost de Edimburgo, Sir William Chambers, intervendría personalmente para salvar a Bobby de la perrera y además, para evitar futuros accidentes de este tipo, declararía al fiel can como propiedad del Consejo de la Ciudad. Bobby moriría sobre la tumba de su amo en 1872, y al no poder ser enterrado en el cementerio la gente del lugar se reuniría para construirle una fuente con una estatua en su honor no muy lejos del cementerio. Estatua que, curiosamente, fue construida mirando hacia la tumba de John Gray.
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Collie
Cementerio de La Piedad, Rosario, Argentina:
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Collie llegó a La Piedad hace unos cinco años, el mismo día en que sepultaron a su amo. Esa noche se quedó junto a la tumba y al día siguiente, cuando los familiares vinieron por él, no hubo forma de llevarlo. Hubo unos días de pausa y regresaron, en este caso con una soga.
“Vino el hijo de la persona fallecida, intentó atraparlo con una soga pero el perro escapó hasta el fondo y no hubo manera de sacarlo de acá”, recuerda Lombardo, que lleva 30 años trabajando en el lugar y se ocupa personalmente de alimentar a Collie todas las mañanas, al igual que al resto de los perritos callejeros que eligieron el cementerio como residencia.
Según el hombre, ese es el único momento del día en que Collie da muestras de afecto. Una vez concluido el desayuno, el perro se pierde durante horas, deambula o se recuesta en los alrededores de la que fuera la tumba de su amo.
“Dicen que al dueño lo cremaron y que eso lo desorientó, sigue viniendo a este sector donde comenzó todo”, dice Eduardo Visconti, citando una versión que circuló entre el personal de La Piedad. “Ahora duerme la siesta en el lugar cercano a la tumba y el resto del tiempo se queda cerca de las oficinas de entrada”, comenta.
Antes que Domingo, a Collie lo cuidó Miguel Landriel, capataz del lugar ahora jubilado, quien le pasó la posta. “Yo quería hacerme amigo, pero se iba corriendo, no me dejaba ni acercar”, recuerda y cuenta que hasta su esposa está involucrada en la historia. “Anoche preparó arroz con menudos de pollo que me regalaron y les traje a todos los perritos”.
“Vino el hijo de la persona fallecida, intentó atraparlo con una soga pero el perro escapó hasta el fondo y no hubo manera de sacarlo de acá”, recuerda Lombardo, que lleva 30 años trabajando en el lugar y se ocupa personalmente de alimentar a Collie todas las mañanas, al igual que al resto de los perritos callejeros que eligieron el cementerio como residencia.
Según el hombre, ese es el único momento del día en que Collie da muestras de afecto. Una vez concluido el desayuno, el perro se pierde durante horas, deambula o se recuesta en los alrededores de la que fuera la tumba de su amo.
“Dicen que al dueño lo cremaron y que eso lo desorientó, sigue viniendo a este sector donde comenzó todo”, dice Eduardo Visconti, citando una versión que circuló entre el personal de La Piedad. “Ahora duerme la siesta en el lugar cercano a la tumba y el resto del tiempo se queda cerca de las oficinas de entrada”, comenta.
Antes que Domingo, a Collie lo cuidó Miguel Landriel, capataz del lugar ahora jubilado, quien le pasó la posta. “Yo quería hacerme amigo, pero se iba corriendo, no me dejaba ni acercar”, recuerda y cuenta que hasta su esposa está involucrada en la historia. “Anoche preparó arroz con menudos de pollo que me regalaron y les traje a todos los perritos”.
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Lobito y Ovejero
Cementerio de La Piedad, Rosario, Argentina:
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Elena es empleada de La Piedad y trae a su memoria otra historia de nobleza. “Hubo un perro negro y lanudo, que llamaron Lobito, que estuvo como ocho años al pie del nicho de su amo, en el primer piso, no se movió más de ahí, mi hermana le daba de comer y como ladraba y muchos se quejaron, terminó llevándolo a su casa hasta que murió de viejo”, señala.
“¿No le contaron del ovejero?”, Capital. “Fue una historia similar a la de Collie. pregunta Visconti a La Falleció el dueño, el ovejero se instaló en una perpetua del solar 7 A y nunca más se fue, habrá estado unos cuatro años, al principio tenía una actitud activa pero después murió ahí mismo de tristeza”.
“¿No le contaron del ovejero?”, Capital. “Fue una historia similar a la de Collie. pregunta Visconti a La Falleció el dueño, el ovejero se instaló en una perpetua del solar 7 A y nunca más se fue, habrá estado unos cuatro años, al principio tenía una actitud activa pero después murió ahí mismo de tristeza”.
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Clara
Cementerio de Safed en Israel

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El periódico israelí Maariv contaba en 2007 una historia particular. Una perra se negaba a abandonar la tumba de su dueño en el cementerio de Safed, al norte de Israel.
La perra que fue apodada Clara, por los empleados del cementerio, fue echada varias veces del lugar pero siempre regresaba a la tumba de su dueño Vladimir Yaronov que falleció en noviembre de 2007 a los 77 años.
La historia de la perra provocó que varios oyentes en un programa de radio donasen comida para ella por un año.
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Cementerio Nerja, Málaga.

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En marzo de 2009 un perro apareció en el cementerio de Nerja (Málaga) buscando a su dueño, un hombre de origen extranjero que falleció hace poco tiempo y que fue enterrado en el camposanto. El animal se instaló junto a la tumba del anciano con el que compartió los últimos años.
El canino se ha aprendido los horarios del cementerio y, aunque a veces salía, siempre volvía antes de que cerraran para estar junto a su dueño.
Los vecinos se acostumbraron a su presencia y le llevaban agua y comida; con lo que al animal ganó peso con los días.
Lo que ninguno de los vecinos consiguió, a pesar de que varios lo intentaron, fue adoptarlo. El perro siempre volvía junto a la tumba de su amo.
Video:
martes, 4 de junio de 2013
EVITA TU SER UNA PERSONA ASI QUE SOLO COMPRA PERROS, GATOS , AVES POR COMPRAR DALE UN GIRO A TU VIDA REFLEXIONA SI LOS CUIDARAS "NO AL MALTRATO ANIMAL"
EL LADO TIERNO DE UN PERRO TABUS SOBRE LOS PIT BULLS
LOS PIT BULLS SON UNA CONTROVERSIA PERO AL DARTE CUENTA QUE SON ANIMALES NOBLES VALIENTES FIELES Y DEFENSORES VERAS EL LADO TIERNO DE ESTE PEQUEÑO-GRAN CAN.
ESTE CACHORRO LLEGA A SER MUY INQUIETO PERO SIEMPRE ESTARA DE ANIMO PARA JUGAR Y VIVIR AL MAXIMO
NO JUZGUES A ESTE CAN POR SU APARIENCIA ES UN NOBLE EJEMPLAR.
El American pit bull terrier (APBT) es una raza de perros ocasionalmente confundida con el American Staffordshire Terrier, con la cual comparte orígenes, pero difiere en cuanto a estándar y criterios de selección. No debe ser confundido tampoco con el stafordshire bull terrier (raza de compañía y de menor talla) ni con el bull terrier inglés ni con el bóxer. A diferencia de los perros antes mencionados, el American pit bull terrier no es reconocido por la FCI, estando sus registros a cargo de la UKC y ADBA principalmente, cada cual con su propio canon de la raza.
En los tiempos en que las razas de perros de foso estaban en su apogeo, la definición de pit bull se refería a casi cualquier tipo de perro que se usaba para el deporte conocido como "Bull-baiting" el cual consistía en hacer pelear a uno o dos perros contra un toro, así como también el ratting, que consistía en echar a un perro a un pozo con ratas y ver cuál mataba más en menos tiempo.
Después en el condado de Stamford, Lincolnshire se les comenzó a emplear para debilitar a las reses de sacrificio con la idea de que esto mejoraba el sabor de la carne y así cambió la definición de los terriers tipo bull, de grupo funcional a grupo racial y se consolidaron las razas de Staffordshire Terrier, Bull Terrier y Staffordshire Bull Terrierque hay actualmente. El pit bull perdió su clasificación y solo en los años recientes se le comienza a registrar de nueva cuenta como perro de grupo funcional, en donde no importa su forma, sino únicamente su capacidad para desempeñar un trabajo.
Los pit bull en la actualidad se desempeñan en la detección de narcóticos, en los servicios de seguridad[cita requerida] y como mascotas.
las historias mas tristes de perros como evitar ser mordido
MORDIDAS DE PERROS. ¿QUE HACER?

Algo a tener presente, es no dejarse amedrentar por la persona mordida, nadie nos puede sacar el perro, ni llevarlo a ningún lado y mucho menos obligarnos a eutanasiarlo, y si cumplimos con todo lo enunciado anteriormente, no debemos preocuparnos por nada. Por supuesto, lo más importante es tratar de evitar que ocurran este tipo de accidentes, para ello, el perro debe estar siempre adentro de la casa, y cuando este afuera debe estar con correa, evitar que se acerque a las rejas, y ser precavido en los momentos de más peligro que son al abrir la puerta o portón por la llegada o salida de alguien. Hay que recordar que el perro no tiene la culpa, los únicos culpables somos nosotros, incluso de los comportamientos alterados que presentan los perros.
2. desde el punto de vista del mordido
fuente
Si tu perruno amigo ha mordido a una persona, antes que nada, debes preocuparte de la herida. Luego, tendrás que revisar la crianza que le has dado y observarlo para saber qué ha provocado ese comportamiento. Recuerda, prevenir es mejor que lamentar, educa siempre a tus mascotas.
1.- Limpia la herida con agua y con jabón (es el primer paso para prevenir la rabia, pues puede lavar el virus de la saliva del perro)
2.-La persona mordida debe acudir a un médico (sobre todo si no sabes si el perro está vacunado contra la rabia)
3.-Contactar al veterinario
4.-Control del perro responsable de la mordedura durante 15 días (es necesario observar si presenta síntomas relacionados a la rabia)
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